En Japón su nombre es “manga”, en España “tebeo”, en Brasil “gibi” y en Estados Unidos y resto de América son simplemente cómics; aunque se trata de un anglicismo asentado y aceptable, no hay que olvidar que existen equivalentes en nuestro idioma como tira cómica, historieta, muñequitos (Cuba), comiquitas (Venezuela) o los famosos “cuentos” de nuestra niñez en México, tales como La pequeña Lulú, Memín Pinguín y Kalimán.
En los últimos años, los cómics han experimentado un notable resurgimiento en popularidad, capturando la atención de las nuevas generaciones y reviviendo el interés de quienes crecimos con ellos. Este fenómeno es resultado de una serie de factores culturales, tecnológicos y creativos.
Para comenzar, la nueva tecnología ha permitido producir en el cine y la televisión adaptaciones masivas de cómics. Marvel y DC han llevado a personajes icónicos como Spider-Man, Batman y La mujer maravilla a todo el mundo. Estas producciones no solo han permitido rescatar los cómics originales, sino que han generado curiosidad por los libros de historietas entre los niños y jóvenes.
Pero también han dado pie a nuevas formas de consumir historias con personajes animados. Es el caso de México y el anime, como se conoce a la animación japonesa, diferenciándose de las caricaturas o series animadas en general. El anime ha tenido una gran influencia en la cultura popular mexicana, con muchas series transmitidas por televisión que han generado comunidades de fans, convenciones como la ConCo y prácticas como el cosplay, en donde las personas se disfrazan e interpretan personajes de anime, manga, videojuegos, películas y libros.
En Estados Unidos existe una convención enfocada en los cómics y toda la cultura alrededor de ellos; se llama Comicon, e incluye películas, series de televisión, videojuegos y más.
Las plataformas de streaming también han contribuido al fenómeno al crear series basadas en cómics menos convencionales, como The Umbrella Academy o The Boys. Adaptaciones que han demostrado que los cómics no solamente son historias de superhéroes, sino también narrativas diversas en géneros como el drama, la ciencia ficción y el terror.
En México, plataformas como Webtoon y Comixology han abierto la puerta a la difusión de creaciones locales y extranjeras con traducción.
Y por supuesto, las aplicaciones para consumir cómics. K MANGA permite leer algunos capítulos de forma gratuita en dispositivos iOS y Android. La app cuenta con un sistema de crédito basado en tickets. La aplicación proporcionará a los usuarios un ticket normal gratuito una vez al día que podrá usarse para leer un capítulo de una de sus series originales. Esta semana K MANGA anunció que ampliará su cobertura a 33 países. Por ahora, España y Chile son los únicos de habla hispana, pero suponemos que no tardará en llegar al resto de América.
MAFALDA
No podría escribir este blog sin mencionar a Mafalda, la simpática niña de ideas progresistas, ícono de la cultura popular argentina. Ediciones de la Flor anunció que, a partir de este mes de julio de 2025, deja de publicar los libros de Quino, incluyendo la tira cómica Mafalda. La decisión fue tomada por los herederos del dibujante y humorista argentino. Al parecer en el futuro la obra de Quino será publicada por Penguin Random House.
En México TusQuets Editores publica los libros de Mafalda con referencias e información intercalada sobre su historia y la situación sociopolítica que imperaba en Argentina cuando apareció cada tira cómica.
En una declaración publicada en las redes sociales, los editores lamentaron la decisión de los sobrinos herederos que no les permitirá continuar cuidando la obra de Quino como lo habían hecho desde sus primeros títulos aparecidos en 1967. Ediciones de la Flor es una de las pocas editoriales tradicionales argentinas que subsiste como independiente en manos de sus originales creadores. Se convirtió en referente editorial de libros de humor gráfico.
De la Flor publicó los diez volúmenes recopilatorios de Mafalda, más una edición con dibujos inéditos y el libro Toda Mafalda, que recopila las historias de la pequeña y sus amigos: Felipe, Manolito, Susanita, Libertad y el hermanito Guille. Dejó de publicarse en 1973 por decisión de Quino y, aunque tuvo que enfrentar épocas de censura política en Argentina, Mafalda sigue circulando y está más vigente que nunca, o qué tal su célebre frase de: “Paren el mundo que me quiero bajar”.
Como puedes ver, la narrativa gráfica, en todas sus variantes y en todos los países, ha desempeñado un papel esencial en la cultura popular. Desde los tradicionales cómics estadounidenses hasta los mangas japoneses, los tebeos europeos y las historietas mexicanas, estas formas de arte han trascendido fronteras, generaciones e idiomas, consolidándose como un medio versátil para contar historias y llegar a públicos de todas las edades y gustos.