¿Debemos seguir hablando español?

El avance del idioma español en los Estados Unidos es una realidad social que nadie puede cambiar. Se estima que hoy en día más de 40 millones de personas hablan español; según la Oficina Federal del Censo 37.6 millones de personas lo hablaban en 2014, cifra que se compara con los 28 millones de personas que hablaban este idioma en el año 2000. Por supuesto, no todos los que lo hablan son hispanos; entre los menores de edad de las familias procedentes de países de habla hispana, hay muchos que no hablan español o lo hablan como segunda lengua. En contraste, y según la misma fuente, hay más de 2 millones de personas que lo hablan sin ser hispanos. 

Hace unos 20 años, muchas empresas se dieron cuenta de este avance imparable del español y decidieron comenzar a promover sus productos y servicios en este lucrativo mercado. Hoy en día, la publicidad en español es parte del presupuesto de toda empresa que desea comerse un trozo de ese enorme pastel llamado “poder de compra del consumidor hispano” y que, en 2015, alcanzó la cifra de 1.5 billones de dólares (DATOS, estudio de la Cámara de Comercio Hispana de Arizona en colaboración con la Universidad Estatal de Arizona, 2016). Y es que al consumidor hispano le gusta gastar y es leal, de modo que un mensaje publicitario, un boletín de prensa, una etiqueta en un producto del supermercado en su idioma, garantiza la venta y el aumento en los ingresos de dueños de supermercados, bancos, agencias de autos, servicios, etc.,

Para las agencias federales, estatales y municipales el español es una extraordinaria herramienta de comunicación por lo que la traducción de materiales, publicaciones y páginas electrónicas, así como la contratación de personal bilingüe se ha convertido en algo indispensable.  

El idioma español es también un gran legado para nuestros hijos, los que llegaron de pequeños y aquellos que nacieron aquí. El promover el español en casa solamente nos va a enriquecer como personas; al hablarle español a nuestros hijos estamos enseñándoles a conocer su origen, y a respetar su cultura y tradiciones. De esta manera aprenderán a amar su idioma, el idioma de sus padres y abuelos, el idioma de los cuentos en la noche y de las oraciones antes de dormir.    

El propósito de este blog es el de exhortarlos a cultivar nuestro idioma, a usarlo sin temor en cualquier entorno. A aprenderlo bien si no se tuvo la oportunidad de estudiar en su país de origen y a comenzar a estudiar inglés.

El bilingüismo abre muchas puertas, no solamente para los niños y jóvenes, sino también para los adultos. Hay que ver a los EEUU como el gran país que es, como la tierra de las oportunidades en donde uno puede comprar una casa a pagar en 40 años o conseguir un buen trabajo después de los 50. Pero por favor, no sacrifiquen su cultura ni se avergüencen de su origen. Más bien aprovechen todas las oportunidades que ofrece el dominio de dos idiomas.

¿No se han puesto a pensar que al ser bilingües tenemos doble voz, dos oportunidades de expresar una misma opinión, de participar en foros distintos por la misma causa, de hacernos oír, de destacar nuestra presencia? Sí, el español nos hace fuertes.   

Así como hay gente que se incomoda al escuchar una conversación en un idioma “incomprensible”, hay muchos estadounidenses que disfrutan de nuestra comida, música, costumbres y también de nuestro idioma. No permitamos que comentarios negativos o miradas desconfiadas nos hagan cuestionar nuestro valor y dignidad, ni replantear nuestra presencia en los Estados Unidos. Este país es de todos los inmigrantes y, mientras nosotros también respetemos a aquellos que nos rodean, –de cualquier nacionalidad, origen, idioma, costumbres–, no tenemos por qué sentirnos menos y mucho menos tener miedo de hablar español en público o de escribir y compartir ideas en nuestro propio y hermoso idioma.

 -Yazmin Venegas